Durante la época de curso escolar es común que aparezcan los piojos, esos molestos parásitos que se alojan en el cuero cabelludo y que cada vez son más resistentes a los tratamientos.
Estos parásitos pueden aparecer durante todo el año, aunque lo hacen con mayor frecuencia en los meses de verano y otoño. Y aunque los casos en niños son más frecuentes, los adultos no están exentos de sufrirlos.
Un dato interesante que comenta la doctora Álvarez-Viéitez es que “el piojo se reproduce mejor en climas cálidos, y los últimos veranos están siendo especialmente calurosos. Esto está favoreciendo, junto a su forma incorrecta de eliminación, que los piojos se reproduzcan más rápidamente”.
Los piojos se alojan en zonas donde la temperatura corporal es más elevada, como son la nuca y la parte posterior de las orejas, y cada vez resulta más complicado eliminarlos.
¿Por qué resisten?
La resistencia de los piojos es, principalmente, consecuencia del mal uso que se hace de los tratamientos. Esto provoca que estos parásitos sufran mutaciones genéticas a nivel de los receptores, volviéndose más resistentes.
Para evitarlo:
- Aplicar productos simultáneamente o de manera rotatoria para evitar que los piojos se acostumbren a un determinado producto y desarrollen resistencia a él.
- Concienciación. Es importante concienciar a las familias, colegios, e incluso sanitarios, sobre las consecuencias que tiene el uso indiscriminado o incorrecto de los peliculicidas, muchas veces con el fin de realizar una falsa desinfección.
- Hacer revisiones. Es aconsejable revisar a menudo la cabeza y vigilar los signos que indican la presencia de piojos.
Pero además, para conseguir un tratamiento eficaz es importante seguir estos tres pasos:
- Aplica una loción antipiojos sobre el cuero cabelludo seco, preferiblemente sin lavado previo, y déjala actuar durante el tiempo que especifique el producto.
- Lava la cabeza con un champú pediculicida y déjalo actuar también unos minutos.
- Por último, pasa la liendrera para que salga el piojo y, con paciencia, ve pelo a pelo quitando las liendres.
Si realizas correctamente estos tres pasos durante, al menos, un mes podrás asegurarte de si, realmente, has acabado con ellos.