Los piojos, por regla general, no suelen transmitirse de cabeza en cabeza por ellos mismos, al menos no en un porcentaje elevado. La transmisión de estos parásitos se debe, fundamentalmente, por el intercambio de objetos y/o prendas cuyo uso implica un contacto directo e inmediato con la cabeza.
Un piojo puede ser arrastrado de forma mecánica, por ejemplo por un peine, y adherirse al pelo de una segunda persona que utilice ese mismo peine. De igual forma, puede ser transportado entre las fibras de las cintas del pelo, diademas, coleteros, sombreros, pañuelos, etc.
Dado que es inevitable que los niños, por su comportamiento, sus juegos e interacción con los demás, tengan un contacto estrecho entre sus cabezas, debemos educarlos para evitar que intercambien sus objetos personales, sobre todo los que se usan en la cabeza, ya que este hecho constituye el riesgo de infestación de piojos.
Siempre deben usar su toalla, peine y cepillos de forma individual, no compartirlos con nadie y mantenerlos separados del resto de productos, tanto en casa como en el colegio.
El traspaso de los piojos de una cabeza a otra
Como ya hemos dicho, los piojos también se traspasan mediante prendas de ropa como gorros, jerséis o bufandas pueden ser también el medio del contagio. Pero, realmente, la probabilidad de que ocurra es baja por varios motivos:
- Se necesita una cierta inmediatez en el traspaso de las prendas u objetos ya que, los piojos se debilitan o mueren fuera del hospedador rápidamente.
- Por otra parte, los piojos se aferran firmemente al pelo y no se desprenden con facilidad. Además, la colocación de dichas prendas u objetos sobre la cabeza supone una perturbación física del medio que provoca la huida y búsqueda de refugio de los piojos afectados.
Ahora bien, en relación con el uso de prendas u otros objetos para la cabeza es posible que aunque al principio provoque una respuesta de huida, más tarde puede favorecer el refugio y volverse atrayente por una combinación de factores:
- Por un lado, los piojos pueden verse atraídos hacia las zonas de la cabeza cubiertas por objetos que produzcan oscuridad, ya que reaccionan negativamente hacia la luz y sienten atracción hacia los objetos oscuros.
- Y por otro, pueden utilizar las áreas cubiertas como zonas donde la temperatura y humedad sean más favorables.
Aun así, hay que aclarar que aunque se pueda producir esta atracción hacia las zonas cubiertas por objetos, los piojos no intentarán instalarse en ellos, por lo que, su contagio a través de estos objetos o prendas sería puramente accidental.