Cuando hablamos de piojos, la higiene es muy importante. Por eso os vamos a dar unas recomendaciones básicas para que prevenir las infestaciones de piojos y evitar a su vez que se pasen de unas cabezas a otras.
Si intuimos que nuestro hijo o nosotros mismos tenemos piojos, lo primero que hay que hacer es poner medidas. La primera de ellas y fundamental es evitar el contacto de las cabezas, sobretodo cuando conocemos algún caso cercano.
El segundo consejo es que cada persona tenga su propia toalla y peine. No intercambiarlos, ya que de esta forma es más fácil su propagación. En el caso de que se hayan utilizado y existan piojos hay que lavarlos en agua hirviendo o deshacernos de ellos. Es también aconsejable que los jerséis o chaquetas se guarden dentro de las mochilas de los niños, y no colgarlos de las perchas.
Las niñas tienen más facilidad de infestación porque al tener el pelo largo, es más fácil que se produzcan contactos con otros. Por eso, es recomendable que lleven coleta o trenza, hasta que dejemos de sospechar que puede haber piojos cerca.
Hay que tener en cuenta que un piojo herido no puede poner huevos, ni sobrevive mucho tiempo, por eso utiliza sprays repelentes para dañarlos y acabar con ellos. Te recomendamos Filvit que protege y bloquea las antenas de parásitos. Solo tienes que pulverizar sobre el cabello seco, realizar un masaje y peinar. Al día siguiente ya lo puede lavar aclarándolo con abundante agua.
Es recomendable dedicar 10 minutos a la semana a hacer una inspección minuciosa en el cabello ya que un diagnóstico precoz ayudará a evitar que los piojos se desarrollen. Los primeros síntoma son picores o ronchas, pero cuando más se dejan notar es cuando dejan de ser liendres y evolucionan a adultos.
